La lipoescultura es uno de los tratamientos para perder volumen corporal por el que más nos preguntáis. Hablamos de una técnica que se suele confundir con la liposucción, cuando el perfil del paciente que se beneficiará más de una o de otra cirugía no suele prestarse a dudas. Vamos a aclarar qué es una lipoescultura y qué posibilidades ofrece, además de contarte cuáles son los tipos de lipoescultura que hay.
¿Qué es y en qué consiste la lipoescultura?
La lipoescultura es un tipo de cirugía estética en el que se extrae tejido adiposo para remodelar la figura. Este tejido se destruye y drena con las mismas técnicas, en principio, que las utilizadas en las liposucciones más innovadoras, aunque la lipoescultura ofrece más posibilidades: en ocasiones, al paciente le interesa aportar volumen a otra zona como pueden ser los glúteos o los senos.
En tales casos, la lipoescultura se combina en una misma sesión de quirófano con un proceso de purificación de la grasa extraída, que pasa a ser infiltrada donde se desee. En estos casos no hablamos de lipoescultura, sino de lipofilling.
Liposucción vs. lipoescultura
En la liposucción se drenan y aspiran volúmenes importantes de tejido adiposo y este tejido extraído al paciente se desecha. En la lipoescultura se manejan volúmenes más discretos, y se puede aprovechar o no el tejido graso eliminado.
Los pacientes candidatos a una liposucción necesitan perder mucho volumen de grasa en una zona concreta, como puede ser el abdomen. Suelen ser personas obesas, frente al perfil del paciente de lipoescultura, que acostumbra a presentar un peso normal, incluso a estar delgado, pero presenta acumulaciones adiposas que rompen la armonía corporal. Por ejemplo, con lipoescultura podemos eliminar unos escasos centímetros de grasa del abdomen con la ayuda de cánulas de aspiración más pequeñas que las empleadas en la liposucción, pero eligiendo el punto justo donde esos 3-4 cm menos de contorno cambien por completo la apariencia de la zona.
Los pacientes que se someten a una liposucción suelen necesitar una cirugía adicional para reducir el exceso de piel, cosa no necesaria con las reducciones que se manejan en las operaciones de lipoescultura.
Tipos de lipoescultura
La técnica tradicional
Consiste en aspirar la grasa tal y como se ha venido haciendo desde los años 70 en las liposucciones. Es evidente que esta técnica está en desuso, en especial cuando vamos a retirar volúmenes de tejido adiposo en zonas donde un ligero cambio repercute en gran medida en el aspecto final.
No es aconsejable en pacientes con problemas de flacidez en la zona a tratar porque los resultados estéticos pueden no ser los que el paciente tenía en mente. Por este motivo, insistimos en la importancia de una consulta previa, sin compromiso, para evaluar cada caso en concreto.
Lipoescultura asistida con láser
En este caso se realizan pequeñas incisiones en la piel para introducir unos dispositivos tubulares pequeños que emiten luz láser. Con ella aportamos calor de manera selectiva a los adipocitos, logrando su lisis o ruptura celular sin afectar a la adherencia de la piel. Es, por tanto, una de las opciones a tener en cuenta en pacientes que presentan problemas de flacidez en la piel de la zona a reducir y no deseen someterse a una cirugía adicional para tratarla (recuerda que existen muchos tratamientos no invasivos que ofrecen buenos resultados).
Lipoescultura asistida con ultrasonidos
Similar en cuanto a técnica a la lipoescultura asistida por láser, el uso de ultrasonidos posee la ventaja adicional frente al láser de dejar la grasa muy manipulable o moldeable de manera temporal.
Es decir, con esta técnica podemos retirar un volumen pequeño o moderado de tejido y, en la misma cirugía, influir hasta cierto punto en la distribución de la grasa no aspirada pero sí sometida a la acción de los ultrasonidos.
La aspiración de la grasa es poco traumática por lograr que el tejido presente menor resistencia y el paciente habitual solo busca la remodelación, pero conservando a ser posible su volumen corporal en general.
Lipoescultura asistida con microaire
Este tipo de lipoescultura facilita la aspiración del tejido graso, con lo que reduce el tiempo de la operación y, con ello, la dosis necesaria de anestesia.
Es uno de los procedimientos más respetuosos con tejidos que no deseamos alterar, como pueden ser los músculos abdominales en un paciente deportista, pero que no presentaba hasta ahora esa musculatura marcada a causa de una ligera capa de grasa subcutánea.
Lipoescultura con agua (WAL)
Suele ser el mejor tratamiento para las personas que sufren lipedema, una alteración de la distribución de la grasa corporal más frecuente en mujeres y que hace que la grasa se acumule de forma anómala en las piernas, a veces también en los brazos.
En este caso, se utiliza agua estéril a presión para romper los adipocitos, lo que hace que las cicatrices internas sean menores y se respeten más los tejidos que no interesa alterar, aunque no ofrece buenos resultados cuando se trata de remodelar con precisión el cuerpo. Por tanto, aunque sufras de lipedema, dependiendo del grado y de tus expectativas, preferimos evaluarte y ofrecerte más de una opción para que puedas decidir.
A su vez, algunos de estos tipos de lipoesculturas se pueden desglosar en más de uno, dependiendo del material empleado en la cirugía para realizar la aspiración.
¿Cuál es mejor?
Estamos hablando de cirugía estética, sencilla, pero cirugía. Además, tratamos con técnicas que aprovechan el efecto óptico, eliminando un poco de volumen adiposo para lograr un cambio notable en la figura y las proporciones. Por ese motivo sería temerario indicar cuál es mejor sin conocer tu caso, tu edad, el estado de tu piel y tu historial médico.